Todos somos diferentes, nuestros pensamientos e ideas varían de acuerdo a nuestro estado de ánimo y, en parte, la cultura en la que vivimos.
Nuestra forma de crear y de percibir, parte de acuerdo de cómo es uno en realidad; una persona rígida, calculadora e inflexible ve ciertas cosas de forma quebrada, cabe decir que no es malo ni es bueno, es una simple forma de ser, al igual los pensamientos curvos dados a tomar las cosas a como se van presentando, claro que muestra inestabilidad ya que no mantiene una idea fija, pero es dado a crear y descubrir nuevas variables.
No doy por sentado que solo estos dos extremos existen pero muchos de nosotros tenemos una combinación de ambas y gracias a ello somos analíticos y creativos, algo muy propio del ser humano.
Esto lo aplicamos mucho los diseñadores y demás profesionales en sus actividades.